Se admiten, por no ser manifiestamente ilegales, impertinentes o inconducentes salvo su apreciación en la definitiva las pruebas documentales promovidas por la Administración Tributaria y por el Recurrente; Así mismo, se admite la prueba promovida por la apoderada judicial del contribuyente en el capítulo III de la DE LA PRUEBA DE INFORMES.