REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA DE JUICIO DEL NUEVO REGIMEN PROCESAL DEL TRABAJO DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO CARABOBO, CON SEDE EN VALENCIA

Asunto: GP02-L-2009-001707

Parte demandante:

Ciudadano PABLO VICENTE GÓMEZ HERRERA, titular de la cédula de identidad número 15.398.767.-


Apoderados judiciales de la parte demandante:

Abogados Gladis Arocha Blanco, Ramón Hurtado y Roxana Helena Ramírez Arocha, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números 11.038, 94.944 y 134.937, respectivamente.-

Parte demandada:
LÍNEA BOQUERÓN, C.A., inscrita ante el Registro Mercantil Segundo de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, bajo el Nº 75, Tomo 38-A, de fecha 31 de Julio de 2002.


Apoderados judiciales de la parte demandada:

Abogados: Ricardo Caldera y julio Cesar Caldera, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números 67.206 y 9.087, respectivamente.

Motivo:
COBRO DE PRESTACIONES SOCIALES.-


Vista la diligencia consignada ante la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos en fecha 26 de marzo de 2010, inserta a los folios “131” al “133”, así como su recaudo anexo cursante al folio “134”, actuación que aparece suscrita por el ciudadano PABLO VICENTE GÓMEZ HERRERA, en su condición de parte demandante, debidamente asistido por la abogado Gladys Arocha Blanco, así como por el abogado Ricardo Caldera, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandada, todos identificados en el cuerpo de la presente decisión, se hacen las siguientes consideraciones:

El numeral 2 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, concordado con el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo y el artículo 10 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, establecen los requisitos que debe reunir las transacciones que se refieran a derechos laborales a los fines de que sea susceptible de homologación por el órgano jurisdiccional o autoridad administrativa del trabajo y adquiera la eficacia de la cosa juzgada.

En efecto, el artículo 2 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra:

“Artículo 89.- El Trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. La ley dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento de esta obligación del Estado se establecen los siguientes principios:
1. (…);
2. Los derechos laborales son irrenunciables, es nula toda acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de estos derechos. Solo es posible la transacción y convenimiento al término de la relación laboral, de conformidad con los requisitos que establezca la ley.”

Por su parte, el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo prevé:

“En ningún caso serán renunciables las normas y disposiciones que favorezcan a los trabajadores.
Parágrafo Unico: La irrenunciabilidad no excluye la posibilidad de conciliación o transacción siempre que se haga por escrito y contenga una relación circunstanciada de los hechos que la motiven y de los derechos en ella comprendidos. La transacción celebrada por ante el funcionario competente del trabajo tendrá efecto de cosa juzgada”

Finalmente, el artículo 10 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo establece:

“De conformidad con el principio de irrenunciabilidad de los derechos que favorezcan al trabajador y trabajadora, contemplado en el numeral 2 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo, las transacciones y convenimientos solo podrán realizarse al termino de la relación laboral y siempre que versen sobre derechos litigiosos o discutidos, consten por escrito y contengan una relación circunstancia de los hechos que las motiven y de los derechos en ellas comprendidos.
En consecuencia, no será estimada como transacción la simple relación de derechos, aún cuando el trabajador o trabajadora hubiere declarado su conformidad con lo pactado. En este supuesto, el trabajador o trabajadora conservará íntegramente las acciones para exigir el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la relación de trabajo”

Pero, además, el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, señala:

“…Las partes pueden terminar el proceso pendiente, mediante la transacción celebrada conforme a las disposiciones del Código Civil...”

En ese orden de ideas, el artículo 1.714 del Código Civil, expresa:

“…Para transigir se necesita tener capacidad para disponer de las cosas comprendidas en la transacción…”

Por su parte, el artículo 154 del Código de Procedimiento Civil, textualmente señala:

“...El poder faculta al apoderado para cumplir todos los actos del proceso que no estén reservados expresamente por la ley a la parte misma; pero para convenir en la demanda, desistir, transigir, comprometer en árbitros, solicitar la decisión según la equidad, hacer posturas de remates, recibir cantidades de dinero y disponer del derecho en litigio, se requiere facultad expresa...”

En consecuencia, corresponde a los Jueces Laborales o Inspectores del Trabajo, en cada caso, velar que el acto transaccional cumpla con tales requisitos antes de su proceder a impartirle la homologación correspondiente, todo garantizar la eficacia de la cosa juzgada y así evitar futuros litigios sobre lo transado, contribuyendo con ello al mantenimiento de la seguridad jurídica y paz social.

Con fundamento en tales premisas, se observa que en el escrito libelar la parte demandante, con motivo de la relación de trabajo que alega le vinculó con la demandada desde el 15 de julio de 2000 hasta el 22 de agosto de 2008, ha pretendido obtener el pago de Bs.f.49.684,97, suma que comprende lo reclamado por loa conceptos de: prestación de antigüedad y sus intereses, vacaciones legales no pagadas ni disfrutadas y utilidades fraccionadas, al amparo de las previsiones contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo y la Convención Colectiva de Trabajo celebrada entre el Sindicato Profesional de Trabajadores Transportistas del Municipio Carlos Arvelo del Estado Carabobo y la empresa LÍNEA BOQUERÓN, C.A.

De igual modo se aprecia que en la contestación a la demanda la representación de la accionada rechazó la procedencia de los conceptos objeto de la reclamación deducida en la presente causa pero, con el ánimo de dar por terminada la presente causa, ofrece pagarle al demandante la cantidad de Bs.f.50.000,00, suma que comprendería los conceptos demandados en la presente causa.

Tomando en consideración tales referencias, se advierte que la transacción subexamine contiene una relación circunstanciada de los hechos que la motivan y los derechos en ella comprendidos, con motivo de la cual la parte demandada ha ofrecido pagar al accionante la suma de CINCUENTA MIL BOLÍVARES (Bs.f.50.000,00), lo cual fue aceptado por la parte demandante.

Además, se observa que el ciudadano PABLO VICENTE GÓMEZ HERRERA, actúa en ejercicio de sus derechos propios, debidamente asistido por la abogada Gladys Arocha, quien se presume que, en un cabal y honesto ejercicio de su ministerio, informó al accionante los efectos y alcances jurídicos del acuerdo transaccional que ha celebrado.

De igual modo se aprecia que el abogado Ricardo Caldera, actúan en ejercicio del instrumento poder que le fuera consignado por la parte accionada, respectivamente, inserto a los folios “57”, “58” y “59” a través de los cuales se le faculta expresamente para transigir y, en consecuencia, aparece suficientemente autorizado para concertar y suscribir el referido acto de autocomposición procesal en representación de su patrocinada.

Como consecuencia de las anteriores consideraciones, este Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Juicio del Nuevo Régimen Procesal del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, con sede en Valencia, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, le imparte su homologación al acuerdo transaccional alcanzado por sus intervinientes a los fines de que tenga fuerza de cosa juzgada, en tanto sus intervinientes tienen capacidad para acceder al mismo y comporta recíprocas concesiones respecto de los conceptos y derechos discutidos en el presente juicio siendo que, en relación con los mismos, cumple con los requisitos establecidos en numeral 2 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Parágrafo Único del artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo y en el artículo 10 de su Reglamento, todo en concordancia con lo dispuesto en los artículos 154, 255 y 256 del Código de Procedimiento Civil, aplicables analógicamente a tenor de lo previsto en el artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

No hay condenatoria en costas a tenor de lo establecido en el parágrafo único del artículo 62 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Publíquese y regístrese. Déjese copia autorizada de la presente decisión. A los ocho (08) días del mes de abril de 2010.-
El Juez,
Eddy Bladismir Coronado Colmenares
La Secretaria,
Amarilis Mieses Mieses
En la misma fecha se dictó, publicó y registró la anterior sentencia, siendo las 12:45 p.m.
La Secretaria,
Amarilis Mieses Mieses